Hay ocasiones que me acuesto a pensar en un rincón de mi habitación viendo hacia el techo hasta perder la mirada y, veo mi pasado con facilidad recordando aquellos bonitos momentos de mi niñez, no siempre fueron divertidos, en muchas travesuras estaba metido, bastantes amonestaciones de mi padres conseguí, en mi adolescencia también fui muy rebelde pero demasiado feliz.
En mi actualidad aun con sueños por cumplir, metas sin realizar, esperanzas hundidas en un mar de arrepentimientos, algunas veces la nostalgia se hace presente y me evoca lo humano que soy.
Abro la ventana para que mi tristeza se la lleve la luna en sus noches mas radiantes y junto al viento que se desliza por mi piel me arrebaten la melancolía, sanando las heridas de mis grandes batallas.
Mi futuro es aun mas prometedor, desconocido, abarrotado de tinta para escribir y dejar plasmadas las huellas en mi camino por la victoria en el libro de la vida.
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