La caída del Muro

Observando tus obstáculos, vez el gran muro deteriorado que representa tus miedos, preocupaciones, tus metas, el presente y futuro de tu país, una gran nación, te quedas esperando con ansiedad y gran anhelo que se caiga solo, criticas con furia, y enésima emoción su mal estado pero no haces nada para solucionar su quiebre y desplome. 

Y así pasan los años mientras esperas que en un futuro hipotético se derrumbe el muro de los lamentos, mientras el tiempo sigue avanzando sin detenerse, originando oscuridad en tu vida por culpa de tu indiferencia de acción en obras.

He aquí el pensamiento de muchos consumado en el simple ejemplo de la caída del muro, donde no solo se dedican a hacer análisis y diagnósticos de la problemática propia si no, de la global.

consiguiéndole ninguna solución a sus problemas y entrando en un ciclo que se repite una y otra vez. 

De que sirve entonces el hecho de hacer juicio sobre la dificultades si no, vamos hacer nada para cambiarlas, que sentido tiene solo hablar y no actuar, porque esperar por los demás si podemos ser esa gran primera piedra de una magnifica edificación.

Hay problemas que pueden ser resueltos en grupo, pero no por ello se deben dejar nuestros problemas en manos de terceros.

Si realmente queremos un gran cambio que sea significativo en nuestras vida, tenemos que empezar por creer que cada uno es la solución de su inconvenientes, que echarle la culpa a los demás no soluciona nada y quejarse, decir groserías, o humillar al prójimo tampoco ayuda en nada.

La base del cambio esta en la fuerza de voluntad, en la valentía y el valor por afrontar los cambios.