Ya no voy hablarte mas de amor, ni pienso llenarte los odios de poesía, sentimientos, palabras hermosas que son una prosa en mis labios y llegan a tu mente y se internan en tu corazón.
No soy quien para juzgarte y tratar de entenderte.
Tu hermosa figura y maravilloso rostro se refleja en mis ojos cada momento y al instante oigo retumbar en mi mundo tu nombre con gotas de agua en una feroz pero cálida lluvia.
Intento no recordarte pero es mas fácil querer verte que cualquier otra cosa.
Tu energía me atrapa y se consume toda la mía sin que pueda hacer algo por evitarlo.
Mi cuerpo se sucumbe ante tu magistral y benévola belleza.
El aroma de tu piel me hace prisionero de tus encantos.
Un sublime suspiro de amor nace cada vez que mis ojos se encuentra de frente junto a los tuyos.
Están duro no manifestar este amor y dejar que muera y florezca como una rosa violeta en primavera y en otoño.
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