lunes, 14 de enero de 2013

Ambrosía en mis labios



Cuando llego al majestuoso lugar donde con la ayuda de Dios todo es posible, me siento lentamente observando lo que mis ojos pueden alcanzar, descanso y siento un síntoma de preocupación, desesperación y sosiego.
Luego de unos minutos comienzo a sentir la felonía de mis nervios en un lugar donde me sentía un poco excluido, incomodo por que no estaba delante de vista lo que verdaderamente  quería ver.
Bruscamente apareció de través en mi panorama, aunque no la visualice completamente, sonreí mesuradamente pero con fervor;
Detenidamente me fui acercando con pasos firmes ante semejante belleza, noblemente y con una dulce mirada exprese con sentimiento lo bonita que la vi, mientras mi brazos ceñían su beldad y mis labios se embelesaron cuando sutilmente rozaron sus mejillas cayendo en una profunda somnolencia suplicando por no despertarse nunca más, gimieron desamparadamente por no levantar sus alas de aquel hermoso lugar, donde lo dulce y lo salado son ambrosía.
Me regocije después de ver al amor por un instante que me henchido el corazón, suturando el desequilibrio existente de mi llegada. Quedando en mis labios una sensación suave, sublime, agradable al paladar.
En paz volví a sonreír de manera más briosa y grata. Agradecí a Dios con genuflexión por ese momento tan emotivo y verdadero más aun cuando mis mejillas se deleitaron en la ambrosía de tus labios.

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