En el vació, en el espacio donde todo es intangible, la nada se apodera de tu mente, de tus ojos y tus sentidos. Inicia una etapa parecida a un trance, la relajación de la carne comienza a ceder ante aquel momento tan cotidiano uno tan normal que a su vez es inusual, darse cuenta de aquello.
Como en una operación la mirada es destruida, tus ojos son sellados y tus labios son cerrados, el corazón late cada vez mas lento, la iluminación se vuelve oscuridad mientras los músculos se amoldan a su terreno dejando algunas marcas en la piel, algunas gratas otras no tanto.
Entrando en otras dimensiones, viajes espaciales, paraíso, infierno, conociendo la vida, la muerte, nuestros miedos y la felicidad, volando sobre nubes e inimaginables cosas a donde el alma viaja con retorno al despertar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario