No esta en mi ser, tratarte mal, ignorarte, ser odioso, un pedante, el peor de todos y en muchos casos ser el villano que se hace, el no ha visto nada, quisiera ser afable en todo momento, preservarte como tanta dedicación y sutileza como al morder una uva sin mucha fuerza, mordiéndola con los dientes suavemente sin rasgar su hermosa y frágil piel, como un buen jardinero cuida de los pétalos de sus rosas y flores, así quiero guardarte entre mis brazos con todo el cariño que reboza de este humilde y humillado corazón, quiero cuidarte mucho mas que una madre cuando cuida de su niño recién nacido.
Me sorprendo cuando me vuelvo rebelde ante ti, no te busco, ni miro, no presto atención a tu hermosura por algún motivo, tu atención hacia a mi se vuelve mas repentina aunque me guste, se me hace un poco de nostalgia en mi espíritu.
Así como las aves que vuelan a todas las direcciones siempre en alza buscando ver por encima de todos los demás, así mi alma va buscando la dirección errónea cuando por rebeldía mi corazón y mente se nublan, cuando mi piel percibe los sin sabores de tus actos son un trago agrío y bien amargo para mi vació estomago.
Aunque intente desviar mi interés en ti, es difícil no ceder ante tu belleza, es una tarea ardua dejar de pensar en ti, en tu delicado rostro,en tu cabello, en tus ojos, en tu maravillosa silueta que me deja anonadado cuando mi dichosa vista tiene el placer de deleitarse con ella, en el solo instante de verte sonreír, mi alma renace desde la muerte y una invasión de amor se colma de todo mi cuerpo llenándome de emoción y gozo al ver tan hermosa sonrisa que vale mas que el oro.
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