Veo con extrañeza tus cambios repentinos de actitudes y me voy alegrando cuando repentinamente de tu semblante esbozas una radiante sonrisa que hacen que mi ceñida cara se vuelva tersa relaja y tranquila para contagiarme de tu alegría.
Quisiera que una oportunidad para mi no se convierta en una odisea, en una batalla sin final espero fiel mente con paciencia el momento perfecto, el minuto ideal para atacar como lo hace un leopardo con su presa, no para herirte de muerte si no, mas bien para llenarte de vida y felicidad.
Una poesía escribo para ti desde lo mas profundo y ancho de mi corazón de donde proviene esta inmensidad de amor que es: la energía que mueve todo mi ser solo para decirte que, te quiero mucho.
Que te quiero como el mar ama todo lo que tiene, recibiendo mal y bien sin quejarse, siempre sonriente y viviendo rodeada de la naturaleza que se postra en sus aguas, gozándose de su virtud.
Te quiero como el sol ama a la tierra, llenándola de luz para que sus rayos llenen de vida a nuestros pulmones después un largo proceso de fotosíntesis.
Te quiero como la luna que deslumbra nuestras noches y hace brilla todas las estrellas que puede mirar nuestros ojos sin imaginar el tamaño de semejante luz.
Te quiero como un caballero que lucha a muerte en una batalla sin fin por su amada princesa, que mas que una lucha por vivir, es una lucha por amor.
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