lluvia inesperada

Salí de mi casa después de haber llovido caminando con pasos rápidos al tiempo que mi zapatos resbalaban con el suelo mojado con la idea clavada en mi cabeza de llegar a ti lo mas pronto posible, dude un poco en saber si te encontraría pero el haberte visto tosiendo antes de aquella manera me partía el alma no quería que te enfermaras,  aceleraba aun mas mis pasos mientras que en mi mente yo solo le pedía a Dios cinco minutos para obsequiarte unas pastillas para la gripe y unas bolsitas de té, cuando te vi  sentada al frente de la entrada del mejor lugar para recibir bendiciones y misericordia me alegre mucho, mi gozo se volvió contagioso conversando contigo,  instantáneamente me quede absorto al ver tu semblante lleno de alegría, la sonrisa en tus labios, tus ojos café brillantes, tu largo cabello negro rutilante, tu piel morena clara, suave y delicada, eres como una muñequita preciosa que solo aparecen en edición limitada, una belleza única tanto en lo visible como invisible, en ese momento note que mis percepciones solo reciben emociones mas no gustos, que aunque te puedo ver como una diosa hay muchas cosas que desconozco sobre ti, y sera una verdadera misión conocerlas todas.
Todavía me encanta la cara que pones cuando te sorprendo con algo tan sencillo como un saludo y aun mas cuando me sacas la lengua, tu expresión me llena de felicidad , me agrada mucho pasar minutos conociéndote, aprendiendo mas sobre lo que te gusta y lo que no, quisiera que ese tiempo fuera tan extenso que me alcanzara siempre para hacerte sonreír y regalarte unos minutos de felicidad, que grande es Dios cuando solo quería cinco minutos para compartir con mi fuente de inspiración tú y el regalo mas grande que el tiempo fue verte feliz, lastima que la lluvia arruinara tu hermoso cabello nos hiciera levantarnos del aquel lugar donde la naturaleza nos acompañaba brindándonos un clima fresco excelente para dialogar y terminara nuestra conexión tan inesperadamente, agradecido quede porque hablar contigo ya me hace feliz.