jueves, 7 de febrero de 2013
Un largo recorrido
Me duelen las piernas de tanto andar, mi respiración se entre corta cada vez que acelero, mis pulmones comienzan a purificar y exhalar el aire a toda velocidad pero apenas estoy comenzando un largo recorrido, mi cuerpo me pide parar, pero mi mente me pide seguir entro en un dilema si escoger la salida mas fácil que es parar o lo mas difícil que es continuar, los ácidos lácticos hacen estragos en mis piernas dándole un punzante dolor continuo, no me detengo en la marcha a pesar de dolor, el viaje todavía es extenso no es tiempo de detenerse. Consigo después de un lapso corto de tiempo controlar mi respiración, mi corazón se mantiene a buen ritmo, el dolor disminuye un poco ya estoy terminando la ruta, mi cuerpo me dice ¡ya basta, para! mas yo le digo a mi mente, apenas estoy empezando aun no puedo concluir y así prolongar mi paso, de repente todo se oscureció, el dolor se intensifico, el corazón se acelero, la respiración aumento en su velocidad pero proseguir era mi destino, cuando todo se hacia gris me relaje, comienzo a sentirme mejor pues ya el final del camino estaba a pocos metros, cuando llego todo cambia pude luchar contra todo lo que podía ser mi enemigo en ese momento, salir adelante ante la adversidad en un simple ejercicio, donde correr parece una dura batalla con nuestro cuerpo y mente. El ganador lo eliges tú, si dejarte dominar por la angustia repentina, por esas circunstancia de dolor, de estrés, de asfixia que no sabes como controlar, o porque es mas sencillo, simplemente abandonar el barco como capitán y que se muera la tripulación, por miedo, frustración, pereza, desanimo entre muchas causas puedes triunfar en todo lo que te propongas siempre y cuando domines tu mente siendo positivo aun cuando todo este cuesta arriba y de revés, después de un día gris comenzar a ver la luz es posible batallando con nosotros mismos, somos nuestra propia destrucción, nuestros propios enemigos, y si podemos ganar nuestra batalla interna nos vamos a fortalecer de tal manera que seremos tan fuertes como una roca, y no digo duros de corazón si no, duros en fuerza para ganar todas nuestras luchas que son para ser felices, vivir en paz conseguir todas nuestras metas poder ver mas allá de lo que aun no vemos y así terminar y llegar siempre al final de recorrido que hemos comenzado, e ir cada vez mucho mas lejos. No olvides que no todo lo podemos hacer solos, somos débiles, pero fuertes junto y con la ayuda de Dios.
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