lunes, 5 de mayo de 2014

Desvió de atención

Quizás no escriba todos los días pensaba en voz alta, deje mis sueños a un lado por los juegos de evite y azar que me consumieron y arroparon un buen rato, me di cuenta que el tiempo perdido venia hacia a mi suplicando una muestra de verdadero valor para él.
Pasaron los días en que mi mente solo eran cálculos estadísticos y matemáticos, recordé mucho mis materias del básico en la universidad con todos esos números no logre conseguir siempre el objetivo principal rápidamente y no era precisamente el dinero como afán si no, el controlar mis impulsivos deseos de reacción ante una situación determinada, sea una apuesta o no.
Por primera vez en mi vida pude apaciguar el instinto de ser determinante, impulsivo y terco, la lucha fue difícil desde el primer momento que hice una apuesta.
La avaricia se hizo cargo de destruir por momentos días de felicidad donde la molestia y la amargura por perder era una constante que las matemáticas y probabilidades estadísticas no entendían.
Solo el corazón y la verdadera razón por lo que es correcto mantenían un dominio para que la irá no se apoderara de la angustia y el desespero por perder.
A salvo quede en mi última apuesta gane muchísimo y no fue dinero el premio, a cambio de algunos instantes de sufrimiento, desconsuelo y tristeza de romperme la cabeza pensando en cuentas conseguí la tolerancia, la humildad, la felicidad, la inteligencia y por sobre todo saber reconocer la derrota para alcanzar el éxito.